Cusco, además del Valle Sagrado y Machu Picchu, también cuenta con lugares sorprendentes y con pocos visitantes. El Valle sur de Cusco nos ofrece lugares atractivos como Tipon, Pikillacta y Andahuaylillas, entre otros. A través de estas visitas podremos apreciar no solamente la importancia de cada sitio, sino también el cambio urbanístico y arquitectónico a través del tiempo. Una visita llena de arte, paisajes, historia y cultura. 

Después del desayuno nos dirigiremos al Valle Sur del Cusco siendo nuestro primer punto de visita el complejo arqueológico de Tipón donde podremos apreciar el dominio de la ingeniería hidráulica en la época de los incas en el que se puede observar un sistema de irrigación excepcional con canales de riegos verticales y horizontales sobre terrazas escalonadas, el agua fluye del subsuelo a una fuente del que se distribuye por los canales mencionados. Fue un centro de producción agrícola importante, donde se realizaban rituales de iniciación agrícola e investigación experimental en tiempo inca.

Nuestra segunda parada será en Pikillaqta ciudadela pre-inca mantiene su antiguo misterio de interesante arquitectura, situada a 18 Km. al sur del Valle del Cusco, cerca a la laguna de Huacarpay. Centro arqueológico caracterizado por sus niveles de construcción de piedra, cal y yeso, extrañamente bautizado a fines de la colonia con este término quechua (piki = piojo; llaqta = pueblo) que significa “pueblo de pulgas”, destaca en él la distribución de sus edificaciones que fue armónica y simétrica, en bloques con calles rectas que consideraban varios sectores, como el administrativo, ceremonial, urbano y defensivo, además de un sistema de caminos. La ciudad debió haber albergado una población aproximada de 10 mil personas.

A continuación, visitaremos Andahuaylillas, típico pueblo español que se encuentra a 35 Km. al sureste de la ciudad del Cusco. Pueblo que mantiene verdaderos tesoros de arte y oro en su iglesia llamada Capilla Sixtina de América, construida por los Jesuitas a finales de siglo XVI y principios del XVII. Su estructura arquitectónica es la clásica de las iglesias de pueblos pequeños, sus paredes son anchas, típicas de los edificios coloniales, hechas con ladrillos de barro secados al sol, una fachada adornada con murales que cubren las paredes y sobre todo el techo, con modelos geométricos y flores adornadas con hojuelas de oro. La decoración en su interior es lo más impresionante del recinto. Finalizando el día retornaremos a la ciudad del Cusco.

El Tour Incluye:

El tour no incluye:

Se recomienda llevar: